dijous, 1 de gener del 2015

DIARIO DE FIN DE AÑO



Me he aventurado a experimentar cómo es viajar con el Inserso sin más compañía que tú mism@.

La idea era pasar fin de año fuera de casa. No estar quince días fuera. Pero tienes un presentimiento y, cuando esto nos ocurre, nos dejamos guiar por el runrun que tienes en tu interior. 

El lunes aún no había amanecido cuando cogí un taxi que me llevara a Barcelona. No era lo que tenía pensado, pero con dos maletas grandes ir andando hasta la estación del tren, subir al mismo, bajar y hacer transbordo..... Muy complicado. Lo mismo pasaba con el bus. Pero en este caso peor porque ocupas mucho espacio en el vehículo.

Algunos direis: "Anda ya¡¡¡. Cómo lleva dos maletas qué bruta¡¡¡¡". La verdad es que aunque os parezca mentira no me cabían las cuatro cosas que llevaba de más. Al fin y al cabo son quince días. Tienes que llevarte ropa, los accesorios de videocámara y móbiles, el ordenador grande para trabajar con él, libros de consulta y los de inglés para repasar y estudiar un poco antes de volver a emprender el curso.... El neceser, si tienes que lavarte la ropa, zapatos....... Etc. Etc.

En la estación de autobuses ya habían personas esperando. Debieron de madrugar muchísimo porque fui puntual que llegué a menos cinco de las siete que era cuando teníamos que estar en la taquilla para hacer cola. 
Hora de salida: las ocho de la mañana.
Destino: Gandía.

Por el camino, como siempre, con mi labor de ganchillo y mi música. Hicimos una parada para desayunar sobre las 10 de la mañana y a la hora de comer ya estábamos en Gandía. Más concretamente en El Grao que es la parte marítima de la ciudad y que es una localidad con su propio Ayuntamiento dentro de la villa. 

El recepcionista me dijo que no había nadie para compartir habitación y la verdad es que me quitó un peso de encima. 
No me importa compartir habitación con una desconocida, la verdad sea dicha. Ahora que, por el camino, iba pensando que mejor si tuviera la suerte de estar sola. Por nada malo. Simplemente ronco por las noches porque tengo problemas respiratorios y tengo que dormir un poco levantada para poder respirar bien. Y después uso un aparato especial para humidificar que hace mucho ruido para los oyentes pero no para mí que no oigo ningún sonido que sea agudo o grave muy bajo. 

Primera decepción: La comida. Incomible.
Segunda decepción: El baile. Un aburrimiento. Sólo apto para parejas.
Tercera decepción: La grifería es del año de maricastaña. El agua fría no va. Suerte que tienen regulado el agua caliente y compensa. 
Punto positivo: Servicio de recepción correcto y amable.
Otro positivo: El monitor de animación agradable y atento. Pero se ve que tiene la vena de no ser un Joaquín Cortés y todas las noches nos hace unos bailes flamencos. Eh¡¡. No lo hace mal. Ya vereis cuando haya limpiado, montado y pasado el video del viaje. Pero menos actuación y más poner que podamos bailar también los que no tenemos y no queremos tener pareja..... Jolines¡¡¡¡

Reunión por la tarde: En la Manga del Mar Menor todos los días excursiones. En esta ocasión sólo tres de las casi diez que había en el listado.... 
Yo he cogido ir a Cullera-La Albufera y ver La Ciudad de las Artes y las Ciencias. 
El día 2 a Cullera y el lunes 5 a Valencia. El resto de días para pasear, descansar y programar ir al Palacio Ducal una tarde y el Museo Fallero por la mañana. Y si vuelvo a encontrar el matrimonio que tiene una hija que trabaja en Turismo de Sagunto ir un día a pasar el día por allá. Al menos ver una parte y otro año ver el resto..... 

Conclusión del primer día 29 de Diciembre: ya veremos lo que nos depararán estos días. 



Comedor del hotel

Edgar. El monitor de animación durante su actuación
de flamenco 

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