Y el día 3 amaneció lluvioso y la verdad no apetecía ir a ninguna parte.
Hubiera celebrado 32 años de casada pero festejé el estar viva y poder disfrutar de un viaje que de otro modo no hubiera sido posible.
Por la hora que era y que tenía que coger el tren para regresar a Barcelona lo primero que hice tras mi aseo fue llamar a San Fernando y me dijeron que volviera a contactar a partir de las 12.
Esto no me daba margen para ir al Thyssen como había pensado tras recuperar (?) los anillos y decidí ir al Monasterio de las Descalzas que estaba detrás del hotel donde me hospedaba.
Como estaba prohibido hacer fotografias y filmar no tengo nada de la visita que tuvimos en el interior del convento.
Los cuadros, capillas y aposentos reales eran la joya que nos enseñaron para contarnos que la hija de Carlos IV que se quedó con el palacio y lo convirtió en un convento de clausura.
Con una lluvia torrencial a las afueras cuando salí llamé para el tema de los anillos que me olvidé el miercoles en San Fernando y la buena noticia era que sí, que estaban en taquilla para que pasara a recogerlos.
Y ya las sortijas en mi poder que otra se podía hacer lloviendo a mares y que no estuviera demasiado lejos del hotel para coger la maleta y coger el AVE.... Pues un paseo por el Corte Inglés de Preciados. Un plato combinado en su cafetería-restaurante y pitando para que no se me escapara el tren.....
Que salia con retraso por las "condiciones meteorológicas".... Y supongo que sería cuando cruzábamos Guadalajara que hubo la granizada tan impresionante en la capital y sus alrededores.
Pero el viaje de vuelta fue distinto al de ida. Nubes, lluvia, niebla.... Y cuando llegamos a Catalunya el tiempo empezó a clarear e incluso se atrevió a salir el sol durante unas horas antes del crepúsculo.....
Fin de la escapada.....
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